septiembre 12, 2019

Ágora y Selva 2019, una crónica




Entre el 29 y 30 de agosto de 2019, se llevó a cabo en la mística ciudad de Palenque, Chiapas, un encuentro de escritores independientes, que sí bien no aterrizó una exposición pública tan amplia como se estaba esperando, cumplió con su principal motivo: ser un punto de encuentro y reconocimiento entre escritores de distintas partes del país. Hombres y mujeres que han hecho del quehacer literario una profesión, y que le dedican de manera gustosa sus vidas, se reunieron bajo el cobijo del maestro Almicar Zúñiga en el café Papachema. La convocatoria fue impulsada por la escritora Josefa Salinas, Chepy para la banda, quien soñó y cristalizó el encuentro.

A la cita acudieron escritores de distintos estados, como CDMX, México, Chihuahua, Oaxaca, Tabasco y Chiapas. Algunos compañeros no pudieron llegar al final, y los compadecemos sobremanera.

La primera actividad se realizó el 29 de agosto en el Cobaech de Palenque, donde las poetas inauguraron un ciclo de lectura mientras el escritor Lorenzo "Malasangre" dio un taller express a estudiantes de la misma institución. Posteriormente el cuentacuentos Luis Soverano* cautivó a la audiencia con una de sus presentaciones. Finalmente, el maestro Almicar y su servidor, junto a una alumna del plantel que leyó el resultado colectivo del taller, cerramos el primer día del encuentro. Un gran recibimiento.

Para las actividades del segundo día se tuvieron planeadas lecturas tanto en la plaza municipal como en la universidad, pero la naturaleza tuvo planes distintos. En el primer caso la naturaleza dejó llegar un pequeño monzón que envolvió con lluvia el valle, y en el segundo caso la naturaleza humana impidió concretar las actividades. No obstante, no fue para nada improductivo. Resulta que Miguel Heredia nos permitió platicar unos minutos con él en la estación de radio local 103.1 Tu Radio Amiga (Palenque). Esos minutos fueron poco más de una hora, ya que el locutor nos permitió ahondar en distintos proyectos, siendo un anfitrión en suma generoso.

Más tarde, parte del grupo se escabulló a la selva cercana a explorar ruinas y veredas de mano de Roman, experto en los caminos y la historia de la ciudad. Más tarde, como ya se dijo, la lluvia impidió la lectura al aire libre. Las actividades se trasladaron al Café Papachema, donde la poesía y la música se extendió hasta la viva madrugada.

En la selva
En la radio
En la poesía

Nuestros amables anfitriones fueron la escritora Chepy Salinas, directora del proyecto Maya Cartonera, y el maestro Almicar Zúñiga, quienes desde sus cuarteles en Palenque, el Café Papachema, nos invitaron a tomar la plaza y reconocer la vibración de la voz en garganta ajena.


Chepy Salinas, Maya Cartonera
Almicar Zúñiga, Papachema

La cartonera fue un hermoso regalo de parte de Maya Cartonera, y se puede descargar la versión PDF desde aquí. Te aseguro que encontraras más de un texto que te va a agradar.
La hermosa antología
Texcoco de Mora, 2019

septiembre 11, 2019

Sureñas, narradoras y poetas de la zona sur



Volviendo a las andadas, y estrenando un nuevo proyecto (Ave Azul), me es grato retomar el blog con este libro en particular. En primera, porque una de las escritoras que participan en dicho proyecto es una persona a la que respeto y admiro, por su compromiso profesional con la enseñanza y con el arte. Y en segunda, porque tras la lectura del libro, me queda un grato gusto por el material compilado por Héctor de Paz, director de la edición. Las Sureñas son 14 escritoras jóvenes de la zona sur del país, entre Veracruz y Quintana Roo, que se reúnen en este libro convocado en 2017 y editado y publicado en 2018 por el Fondo Regional para la Cultura y las Artes de la Zona Sur (FORCAZS). La selección se llevó a cabo por Argentina Casanova, Javier España, Miguel Ángel Ruiz Magdónel y Gustavo Ruiz Pascasio.

Aun con incredulidad de las jóvenes escritoras ante un proyecto que por momentos parecía desbaratarse en el aire, finalmente se pudo completar e imprimir aún a pesar de nuestras heroicas instituciones culturales, y se ha venido presentando en distintas ocasiones en aquellos estados sureños. El 15 de agosto de 2019 las Sureñas se presentaron finalmente en el Palacio de Bellas Artes, tomando por asalto la solemne ceremonia que pretendía dar más espacio al lucimiento de autoridades que a las propias escritoras, todas, donde se regalaron ejemplares a los asistentes, con una nutrida asistencia. Y eso lo agradezco mucho. Se supone que existen versiones ePub y PDF, pero quién sabe dónde estén.

"Y el diablo que no duerme, dice la leyenda, atendió su reclamo: la mujer volvió con un cántaro de barro lleno de agua, apoyado en su cadera a la usanza de las indígenas de la región, encontrando al perro sentado en la hamaca..." Por los caminos de la noche, Bercy Domínguez.

diciembre 11, 2017

Lectura de premiación: Magdalena Guerrero Martínez, XVIII Premio Nacional de poesía Titanueva 2016, Los frutos infinitos


La ganadora del Premio XVIII de Poesia Tintanueva Edicones fue para Magdalena Guerrero Martinez. Tuve el honor de acompañarla en la mesa en su premiación. Dejo el texto integro de las sandeces que dije sobre ella.


La curvatura de los frutos {leído durante la ceremonia de presentación}

E. Adair Z. V.

La poesía, más que un acto de inteligencia o belleza, de aquellas interminables figuras en que los hombres y sus épocas se decantan, es un acto de conformación. De reconfiguración. Desde los cantos primeros que explican el mito del origen, hasta el acto kitch más sustancioso de la modernidad que se ha dejado arrasar por su oportunismo mediático, la secuencia de sonidos e ideas se ha concatenado de manera infinita. La razón de esto es la propia infinitud de la experiencia como un acto de vida. Nadie puede impedir que la poesía logre filtrar fuera de uno mismo algunos de sus secretos mas íntimos, porque es el acto de creación lo que modifica la experiencia personal y lo torna un hecho universal, a distintas escalas, sí, pero reconocible en cualquier otra experiencia consumada.

Eso es lo que encuentro en este libro titulado "Los frutos infinitos". Titulo que encuentro por demás encantador, ya que nos recuerda, quizá de manera inconsciente por la autora (porque hay mas de suerte en el acto de escribir que de genuina genialidad; y que en muchas ocasiones rebasa las intensiones del autor), que el aprendizaje tiene de manera forzosa un producto,  que ese producto tienen cierta disponibilidad publicas. Por otro lado, la infinitud, ya sea la griega, en la rivera, o la otra del ciego, también en su rivera, nos lleva de nuevo a la generalidad de la literatura y la ambigüedad de la interpretación del hombre sobre el hombre mismo. Bien lo dice la autora "cuando pregunto / al mandarino cómo alivia  su soledad, / responde con jugosos / frutos". La sentencia es dulce, tanto o ás como encierra dentro de ella una sabiduría existencial. Sin embargo, no debe cometerse el error de creer que esta dulzura es simple cursilería, sino que guarda un néctar álgido en su interior. Quia un reflejo de su experiencia como persona en el mundo, como escritora, como mujer, y finalmente como miembro de una realidad compartida con el resto de nosotros. Esto es lo que he visto a través de sus páginas. Pienso que estos versos resumen de manera perfecta el contenido de la obra de Magdalena, que por cierto es llanto y redención desde las raíces de su nombre. "No veo al depredador / pero en las mañanas / encuentro sus huellas", nos dice. 

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